Esta semana se ha presentado los resultados del proyecto CAPE, una iniciativa de 5 Grupos de Desarrollo Rural de la provincia de Sevilla, entre los que se encuentra Aljarafe-Doñana (ADAD), que ha impulsado en los últimos meses diversas acciones para fomentar la agricultura sostenible en la vega del Guadalquivir.

 

Los GDR Gran Vega, Bajo Guadalquivir, Serranía Suroeste Sevillana, Aljarafe-Doñana y Campiña-Alcores han unido esfuerzo en pro de una agricultura más sostenible a través de la Acción Conjunta de Cooperación para la Implantación de Técnicas de Agricultura de PrEcisión (CAPE), subvencionada por el FEADER y la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural.

La agricultura de precisión, basada en el manejo localizado y la aplicación de técnicas según la variabilidad de zonas y parcelas de cultivo, ha sido el eje impulsor de este proyecto, en el que también ha participado la Universidad de Sevilla, empresas y asociaciones como COAG o ASAJA.

Mediante la implantación de tecnología innovadora, este proyecto ha identificado, cuantificado y mapeado la variabilidad de necesidades de cultivos en fincas de las cinco comarcas, proporcionando un esquema de aplicación integral, para lograr así una intervención agrícola de precisión.

Mediante sensores remotos, vuelos con drones y sistemas de localización por satélites como el GPS/GNSS, se ha conseguido información precisa sobre el estado nutricional de los cultivos y explotaciones analizadas, y se ha podido elaborar mapas de aplicación de abonado para dosificar según las necesidades detectadas. Con todo lo que ello implica, un ahorro en tiempo, consumo de insumos y mayor eficiencia, además de beneficios ecológicos, como la reducción de la contaminación de aguas por nitratos.

David García, presidente del GDR Campiña Alcores, coordinador de esta iniciativa, destacaba en la presentación de CAPE la importancia del proyecto como  impulsor de un desarrollo territorial que potencia la agricultura como sector estratégico. En este sentido, la aplicación de una agricultura inteligente en los territorios de la vega del Guadalquivir supone aprovechar el potencial tecnológico del sector para conseguir una agricultura competitiva y más respetuosa con el medioambiente.